jueves, 12 de enero de 2012

Un juego puede llegar a ser algo más que una diversión...

Muchas veces utilizamos juegos que con el tiempo pasan hacer más que una diversión, sí muchos, se puede decir que la mayoría, se convierten en una obsesión o a lo mejor no eso sino en algo que ya no puedes controlar y no puedes parar...


En realidad no quiero hablar de juguetes, pero pongo este ejemplo porque me parece fácil de entender y porque hoy en día, de una manera o de otra, las personas juegan con los sentimientos de los demás.


Pues bien voy al punto; ¿Qué pasa cuando, algo que empezó como una aventura o un desafió nunca se termina? A veces hay cosas que se te salen de las manos y de tu control, creo que todos estarán de acuerdo conmigo, hay cosas que llega un punto en el que no sabes como ponerles fin, a veces por miedo hacerle daño a la otra persona, otras veces es porque ni uno mismo sabe que es lo que en realidad tiene que hacer. Quizás es mejor dejar que pase el tiempo y ver hasta donde llega eso, pero y si lo que haces no esta bien aunque tu pienses que sí?

Un solución para saber que hacer, y saber que es lo mejor, es tomar distancia contra eso que no sabemos si es para bien o para mal, Estando distante te darás cuenta de qué tan importante era eso para ti y que era lo que realmente te aportaba; Satisfacción o algo más que eso...


Aveces lo que menos espera, es lo que necesitabas.

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